Paso 1: Reflexiona sobre lo que amas (Pasión)
Ejercicio:
- Haz una lista de todas las actividades que disfrutas hacer, tanto en tu tiempo libre como en tu trabajo.
- Piensa en momentos de tu vida en los que te sentiste más feliz y realizado. ¿Qué estabas haciendo?
- Pregúntate: ¿Qué cosas harías incluso si no te pagaran por hacerlas?
Ejemplo:
- Actividades que disfrutas: cocinar, leer, escribir, viajar, ayudar a otros.
- Momentos de felicidad: cuando ayudas a un amigo, cuando descubres un nuevo lugar viajando.
Paso 2: Identifica lo que el mundo necesita (Misión)
Ejercicio:
- Reflexiona sobre los problemas y necesidades en tu comunidad o en el mundo que te gustaría ayudar a resolver.
- Pregunta a personas cercanas cuáles creen que son las necesidades más importantes en su entorno.
- Pregúntate: ¿Cómo puedo contribuir positivamente a la vida de los demás?
Ejemplo:
- Necesidades identificadas: acceso a comida saludable, educación de calidad, bienestar emocional.
Paso 3: Evalúa por lo que te pueden pagar (Profesión)
Ejercicio:
- Analiza tus habilidades y experiencias que podrían ser valoradas en el mercado laboral.
- Investiga oportunidades de carrera y negocio que coincidan con tus pasiones y habilidades.
- Pregúntate: ¿Qué actividades me generan ingresos?
Ejemplo:
- Habilidades valoradas: cocinar profesionalmente, enseñar, escribir contenido de calidad.
- Oportunidades de carrera: chef en un restaurante, profesor, escritor freelance.
Paso 4: Reconoce en lo que eres bueno (Vocación)
Ejercicio:
- Haz una lista de tus fortalezas y habilidades. Sé honesto contigo mismo.
- Pide retroalimentación a amigos, familiares y colegas sobre en qué áreas creen que destacas.
- Pregúntate: ¿En qué actividades soy especialmente competente?
Ejemplo:
- Fortalezas y habilidades: habilidades culinarias, capacidad de enseñar, talento para escribir.
Conecta los Cuatro Elementos
Ahora, observa las listas y trata de encontrar intersecciones entre ellas. Busca áreas donde tus pasiones, lo que el mundo necesita, lo que te pueden pagar y en lo que eres bueno se cruzan.
Ejemplo de Intersección:
- Si amas cocinar (pasión), eres bueno en la cocina (vocación), hay una necesidad de comida saludable en tu comunidad (misión), y puedes ganar dinero como chef o abriendo un negocio de comida (profesión), entonces podrías considerar que tu Ikigai está en la intersección de estas áreas.
Implementa tu Ikigai
- Define un Plan de Acción:
- Establece metas a corto y largo plazo para alinear tu vida con tu Ikigai.
- Planifica cómo puedes integrar estas actividades en tu vida diaria.
- Toma Pequeños Pasos:
- Comienza con pequeños pasos que te acerquen a tu propósito. Puede ser un curso, un proyecto paralelo o voluntariado.
- Busca Apoyo:
- Habla con personas que comparten intereses similares o que ya están viviendo su Ikigai.
- Considera encontrar un mentor o un coach que te guíe en el proceso.
- Reevalúa y Ajusta:
- Revisa tu progreso regularmente y ajusta tus acciones según sea necesario.
- Mantén una mente abierta y flexible para adaptarte a nuevas oportunidades y descubrimientos.
Reflexión Continua
El Ikigai no es un destino final, sino un viaje continuo. A medida que creces y evolucionas, tu propósito también puede cambiar. Mantén una práctica regular de autorreflexión para asegurarte de que tus actividades y decisiones estén alineadas con tu Ikigai.
¿Te gustaría explorar alguna de estas áreas más a fondo o necesitas más consejos sobre cómo empezar con algún paso específico?
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